La relación de Arabia Saudita con las criptomonedas ha sido históricamente cautelosa. El Banco Central Saudita (SAMA) y la Autoridad del Mercado de Capitales (CMA) han sido los principales organismos reguladores que supervisan los activos digitales en el Reino. Inicialmente reacio, el gobierno ha estado gradualmente abriéndose a la tecnología blockchain mientras mantiene una supervisión estricta.
El nombramiento de Mohsen AlZahrani como líder de Activos Virtuales y CBDC de SAMA en julio de 2024 señala un posible cambio. Al Zahrani, un veterano de fintech con casi dos décadas en SAMA, previamente dirigió el sistema de pagos SADAD, el Centro de Innovación de SAMA y proyectos de blockchain, incluyendo el Proyecto Aber UAE-Saudí para pagos CBDC transfronterizos. Su papel sugiere que Arabia Saudita está explorando un marco regulatorio para activos virtuales, potencialmente incluyendo criptomonedas. Las fuentes indican que SAMA y la Autoridad del Mercado de Capitales (CMA) están colaborando con empresas cripto globales para redactar regulaciones formales, impulsados por el éxito de los EAU como centro cripto bajo la Autoridad Regulatoria de Activos Virtuales (VARA).
Apoyando aún más este cambio, Arabia Saudita ha adoptado previamente la tecnología blockchain. Desde 2019, iniciativas como el Proyecto Aber y asociaciones con Ripple e IBM han ayudado a avanzar el uso de blockchain en banca y comercio. Una fatwa de 2024 por un clérigo saudita prominente declaró al Bitcoin compatible con la Sharia, abordando preocupaciones sobre su permisibilidad bajo la ley islámica y aumentando la confianza de los inversores. Estos desarrollos están alimentando la especulación de que Arabia Saudita se está moviendo hacia un enfoque equilibrado y regulado de las criptomonedas, inspirado por pares regionales como los EAU y Bahrein.
El Futuro
La trayectoria sugiere que Arabia Saudita continuará su enfoque medido, abriéndose gradualmente a la innovación de criptomonedas mientras mantiene una supervisión estricta. Esto se alinea con los objetivos más amplios de la Visión 2030 de diversificación económica y avances tecnológicos, mientras asegura la estabilidad del sistema financiero.
El enfoque del Reino representa un modelo distintivo en el panorama global de criptomonedas, logrando un equilibrio entre la innovación y mantener una supervisión regulatoria estricta, sin respaldar completamente la adopción sin restricciones o hacer cumplir prohibiciones generales.
